En esta reforma integral, se planteó un cambio que rompiera completamente con el estado actual, que consistía en modificar la distribución de una clínica dental en una vivienda para una familia de cuatro personas. Partíamos de un piso muy compartimentado, con espacios ciegos que ocultaban la gran luminosidad de la vivienda y una planta geométrica con ventanas en prácticamente todo su perímetro. Vivir un confinamiento entre paredes, les planteó a nuestros clientes un objetivo claro: obtener un espacio amplio, recuperar la luminosidad y tener estancias polivalentes y multifuncionales, con diferentes posibilidades de tener uno, dos o tres dormitorios, dependiendo de sus necesidades a lo largo del día y fácilmente comunicados entre sí. Y fue así, como trabajando duramente con nuestros clientes, dimos con la mejor distribución. Planteamos una vivienda con dos dormitorios permanentes y, posibilidad de obtener un tercero en el futuro, dos baños completos comunicados por un vidrio fijo y que comparten luz natural, un espacio salón- cocina abierto y un armario lavadero muy práctico.
