Para la reforma de este espectacular piso de 122m2, partíamos de la base de un piso muy amplio, todo exterior, donde la distribución inicial se adaptaba prácticamente a nuestra idea final de vivienda. Contaba con un hall de entrada, sin luz natural, que dejaba a un lado un gran salón comedor y a otro una cocina dividida en zona de trabajo, office y lavadero.
Nuestro objetivo, potenciar la iluminación de la vivienda en los puntos críticos como hall y office, y aprovechar los metros para sacarle partido a la entrada. Para ello, se unificó la cocina y se colocó una elegante puerta corredera de cerrajería de suelo a techo. Gesto de cirujano, con demoler el tabique que separaba hall y salón, conseguimos crear una unión perfecta del espacio dejando que la luz fuese de un lado a otro de la vivienda, dejando conectados cocina y salón. Siguiendo la línea estética de elementos de cerrajería, separamos la zona de noche con otra a juego con la de la cocina, lo que le da luz natural al distribuidor de los dormitorios. Dejando un gran contraste de materiales, entre el perfil oscuro, los colores claros de las paredes y puertas lacadas blancas y la madera recuperada del suelo.